lundi 7 juillet 2008

A la conquista del pacifico

Pero la victoria se la lleva un sol aplastante el domingo prueba de ello nuestra piel roja (el primer set se lo lleva la tormenta del sábado)
Este fin de semana fuimos allí donde la muralla se une con el mar o mejor dicho allí donde el mar se une con la muralla dado el tiempo. Solamente después de 2 horas en tren rápido, llegamos a la cuidad de Quinghuandao, el tiempo mejor no os lo decimos lluvia, lluvia, lluvia. Después de comprar lo billetes de vuelta y encontrar un sitio para dormir (misión imposible 44) nos dimos una vuelta lluviosa por la playa (no muy limpia) y por la cabeza de dragón (así es como se conoce a la muralla que se encuentra con el mar) antes de salir corriendo por la lluvia que azotaba cual dragón. Ah se me olvidaba en la cabeza de dragón tuvimos la suerte de conocer por primera vez una comisaria china, claro que después de haber puesto en duda nuestra honradez nos felicitaron por haber encontrado una cartera con dinero, tarjetas de crédito y un móvil y no haber substraído nada y haberla devuelto a la comisaría de policía los cuales encontraron al propietario de dicho monedero con todas las pertenencias y nos hicieron quedarnos hasta que el este mismo comprobara si faltaba algo, que al ver quien había devuelto la cartera no quería comprobar si faltaba nada. Al final nos quisieron pagar pero nosotros dijimos a lo que su esposa o compañera reacciono dándonos un abrazo cosa que para un chino es algo muy raro :D
Despues de estas experiencias nos recluimos en el alojamiento que habíamos encontrado por el resto del sábado no si ir a cenar al restaurante de debajo.
El domingo cambio radical, un súper tiempo, lo que nos motivo para ir a una ciudad balneario (rusa!!!!!) con una playa acondicionada como podemos encontrar en España claro que la única diferencia es que aquí hay que pagar para entrar ya que mas capitalista que un chino no hay, es verdaderamente el colmo. Pese a todo disfrutamos de lo lindo de la playa y del Pacifico con una temperatura verdaderamente agradable.

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